En ocasiones, el regalo más romántico no pasa por objetos materiales y sí por disfrutar de momentos inolvidables con la persona a la que queremos. Porque son esas vivencias las que permanecen en nuestra memoria durante mucho más tiempo. Si este año quieres sorprender a tu pareja por San Valentín, un viaje en autocaravana a un destino romántico puede convertirse en el mejor de los regalos. Y te proponemos estos 5 destinos para vivir una experiencia fantástica.
Sanlúcar de Barrameda (Cádiz)
¿Hay algo más romántico que un precioso atardecer frente al mar? ¿Y si lo acompañamos de una cena especial degustando pescados y mariscos de calidad? Pues ambas cosas las podemos encontrar en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz).
Enclavada en el margen izquierdo de la desembocadura del río Guadalquivir y frente a Doñana, Sanlúcar no solo está declarado como Conjunto Histórico y cuenta con algunas de las mejores playas de la provincia gaditana sino que, además, este año ostenta el título de Capital Española de la Gastronomía. Es el momento perfecto para disfrutar del Langostino de Sanlúcar, rey de la cocina sanluqueña, acompañado de una Manzanilla, cuya crianza se produce en exclusiva en las bodegas de esta localidad.
Para pernoctar, podemos hacerlo en el Área de autocaravanas Sanlúcar AC Parking, ubicada cerca de la playa de Montijo, entre los términos municipales de Sanlúcar y Chipiona, muy cerca del mar para terminar el día con un precioso atardecer.
Teruel, la ciudad de los amantes
Cuentan que allá por el siglo XIII, en Teruel, un joven llamado Diego de Marcilla e Isabel, hija única del acaudalado mercader Pedro de Segura, se enamoraron profundamente. Pero el padre de la doncella no aceptaba que su hija se casara con un joven que, aunque honrado, no tenía bienes ni riquezas. Diego se marchó decidido a hacer fortuna, con la promesa de Isabel de que esperaría su vuelta durante 5 años, para volver con riquezas y poder casarse. Durante ese tiempo, Isabel consiguió frenar los intentos de su padre para desposarla con otros pretendientes, pero cuando se acercaba el plazo, y sin tener noticias de su amado, le dio por muerto y aceptó casarse con la opción elegida por su padre. Esa misma noche, Diego volvió y se presentó en el dormitorio de su amada, pidiéndole un beso. Isabel no quiso romper sus votos y el rechazo hizo que el amante cayese muerto en ese mismo momento. Isabel acudió al funeral, donde decidió darle ese beso que él tanto había anhelado y que le había negado en vida y, en ese instante, ella también cayó muerta sobre el difunto.
Vale, quizá la historia de amor no tiene un final demasiado feliz, pero sí que es cierto que podéis conocer de primera mano el rincón romántico que representa el Mausoleo de los Amantes de Teruel, además de disfrutar del impresionante legado artístico de la ciudad, con claro sabor medieval; sin olvidar la famosa Plaza del Torico.
Para dormir, existe un área de autocaravanas inaugurada en 2020 en la explanada de Los Planos, con capacidad para 30 vehículos y servicios gratuitos.
La Ruta de las Camelias, en las Rías Baixas
¿Quién querría regalar un ramo de flores cuando puedes ofrecer toda una ruta con las camelias como protagonistas? Pues solo tendréis que llegar hasta las Rías Baixas para ello.
Originarias de Oriente, las camelias llegaron a Pontevedra en el siglo XVII desde Portugal, donde se adaptaron perfectamente a las condiciones climatológicas de la zona. Hoy en día, existen unas 80 especies y 30.000 variedades diferentes, que han convertido la zona en un inmenso jardín de Camelias de lo más romántico. La camelia comienza a florecer en el mes de diciembre y durante el invierno está en todo su esplendor, por lo que es el momento perfecto para recorrer esta ruta.
Por pazos, castillos y parques, esta ruta botánica nos llevará a recorrer diferentes parajes de esta zona gallega, incluyendo cuatro recintos que han sido declarados Jardín de Excelencia Internacional, por la Sociedad Internacional de la Camelia: el Castillo de Soutomaior, el Pazo Quinteiro da Cruz, el Pazo de A Saleta y el Pazo de Rubianes.
A lo largo de la ruta hay diferentes áreas de pernocta para autocaravanas, como la de Vigo, la de Villagarcía de Arousa o la de Sanxenxo.
Huerto de Calixto y Melibea, en Salamanca
Nos vamos hasta otro destino literario romántico: el Huerto de Calixto y Melibea, en Salamanca. Se trata de un pequeño espacio ajardinado sobre la muralla de esta ciudad castellana que se encuentra en el lugar donde se cree que el autor del célebre libro de La Celestina, Fernando de Rojas, ubicó el encuentro entre los dos protagonistas. Por cierto, aunque romántico, el final del libro también es trágico, pero no vamos a haceros “spoiler” por si aún no lo habéis leído.
Pero Salamanca tiene mucho más que ofrecer, tanto que la ciudad es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1988, donde destacan, además de su catedral y monumentos, su Universidad, la más antigua del país. No os podéis perder la fachada de la misma, donde deberéis encontrar la rana sobre una calavera escondida entre toda la ornamentación, sobre todo si tenéis algún examen pendiente de aprobar, ya que la leyenda dice que quien la encuentra tendrá éxito en sus pruebas.
En la ciudad de Salamanca no hay área de autocaravanas, pero sí un par de parkings donde se puede estacionar el vehículo para hacer la visita e, incluso, pernoctar, aunque sin servicios. Sí que encontraréis un área con todos los servicios a unos 4 km, en Carbajosa de la Sagrada.
Un paseo romántico por la Albufera de Valencia
Para terminar, ¿por qué no disfrutar de un romántico paseo en barca por la Albufera de Valencia al atardecer? A pocos kilómetros de la capital valenciana encontramos el Parque Natural de la Albufera, un lugar privilegiado donde desconectar y presenciar un precioso atardecer, ya sea desde tierra o desde alguna de las embarcaciones llamadas “albuferencs”, que ofrecen paseos por este entorno natural.
En este paraje privilegiado podréis conocer los ecosistemas de los arrozales y degustar algunos de los platos típicos de la zona, como la paella o el “all i pebre”. O, si os gusta pedalear, podéis recorrer la Ruta de la Vuelta a L’Albufera, un circuito circular para bicicletas, de 78 km por donde descubrir el conjunto de ecosistemas presentes en el Parque Natural. ¿No os parece un planazo?
Para dormir, tenéis un área de autocaravanas en El Saler, Parkingcar La Marina, desde donde se llega caminando al pueblo para coger las embarcaciones que van por la laguna.